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El abuelo que saltó por la ventana y se largó es uno de mis favoritos de todos los tiempos, y tan pronto como supe que Allan Karlsson tendría una segunda aventura, supe que TENÍA que leerlo. Todavía no estoy segura de por qué me tomó tanto tiempo finalmente leer la secuela, pero de alguna manera me alegro, ya que seguramente me habría sentido aún más decepcionado si lo hubiera leído inmediatamente después del lanzamiento en 2018. Lamentablemente siento que El abuelo que volvió para salvar el mundo de ninguna manera está a la altura del primer libro... de hecho, si no fuera por el dúo Allan-Julius y su humor seco, no creo que hubiera llegado a la última página. ¿Por qué? Bueno, esta secuela es demasiado político para mí. La historia es básicamente una crítica constante y una sátira de la situación política reciente en el mundo, incluidos personajes como Trump, Merkel, Kim Jong-Un y Putin ... Y todo fue demasiado para mí. No me malinterpreten, todavía me encanta el humor seco y sarcástico y Allan y Julius son una vez más brillantes, pero fueron enterrados bajo una gran pila de comentarios políticos que distrajeron en lugar de entretener. Tampoco me impresionó demasiado el nuevo personaje Sabine... Y lamentablemente, cuál fue uno de mis lanzamientos más esperados en 2018, simplemente no me convenció.
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