Sin ataques de histeria. Sin angustias. Esta chica es diferente.
|
Sin ataques de histeria. Sin angustias. Esta chica es diferente.
|
La chica echa a correr como una posesa, y yo abro el tarro para soltar a la pequeña Sauritus. El chico me ayuda a levantarme, gruñendo un poco por el esfuerzo. Ya he dicho que no soy precisamente menuda. –No soy una damisela indefensa, ¿sabes? Él se echa a reír. –Créeme: ni se me había pasado por la cabeza. |
Las personas somos mucho más que una edad, una profesión y un número de hijos. Y en cualquier caso, ¿Quién es nadie para juzgar a los demás?
|
El corazón se me cae a los pies y eso me hace sentir ridícula, porque no es mi estilo sentirme insegura por estas cosas. Pero si a Kumar le gustan las chicas como Audrey, yo no le interesaré nada de nada. Para empezar, nadie me describiría como menuda; no es que esté gorda, es que estoy... bueno, en forma. Soy alta, sólida, musculosa. En cuanto a femenina... Digámoslo así: estoy orgullosa de ser mujer, pero no me veo especialmente femenina. Contemplo mis pies con las uñas sin pintar y el vello claro de mis pantorrillas, y me llevo las manos a la cabeza para ajustarme la coleta en la que suelo recoger mi melena castaña. Qué más da: soy lo que soy. |
Manolito ...