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Condenado a muerte cuenta la historia de Riley, una chica de diecisiete años que, desde hace once años, vive solo con su madre Amy, dado que tiene a su padre en el corredor de la muerte. David, su padre, lleva todo ese tiempo alegando que es inocente y gracias a eso, y a las audiencias, ha tenido aplazamientos de su ejecución. Sin embargo, en la última, la jueza decide que en cuatro semanas se cumplirá su sentencia y será ejecutado. Es por esa noticia que Riley decide embarcarse en una carrera contrarreloj y comenzar a buscar pruebas y pistas, cualquier cosa que le dé a su padre más tiempo y lo pueda sacar de la cárcel. Por suerte, esta investigación, y esas duras cuatro semanas, no las pasará sola, sino con la compañía de un chico que conoció en el centro comercial y que será importante en la trama. Lo que más me ha gustado ha sido esa investigación. Generalmente, estamos acostumbrados a que los jóvenes tengan unos recursos muy amplios, puedan conseguir informes policiales, como el que quiere chuches, y demás, pero el motivo por el que me ha gustado ha sido porque todo lo que consiguen, los datos de dónde, cómo y cuándo, lo hacen gracias a los artículos de Internet. Además, creo que es la primera vez que veo que una protagonista habla con un adulto y le pregunta las cosas directamente. Los capítulos son cortos y muy adictivos. Es el típico libro que cuando comienzas a leer, no puedes parar porque NECESITAS saber qué va a pasar. El misterio de si el padre es inocente, como lleva diciendo once años, o es culpable es la razón principal por la que no te puedes despegar del libro. El final me ha gustado mucho. Aun así, también me ha dejado un poco en shock. Me metí tanto en la historia que hasta que otro personaje no dijo una cosa, yo ni la había pensado, cosa que era muy obvia. En resumen, Condenado a muerte es una historia adictiva, que engancha desde sus primeras páginas. Con un misterio que mantiene la tensión hasta el final. Con capítulos que te sumergen. Con un final que te dejará pensando. |
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