Un buen maestro que se precie, no te dará la solución del problema, te ofrecerá las herramientas para llegar al resultado optimo. En una primera lectura no se alcanza el mensaje por el diálogo simple y la escena extraña, pero si lo lees con calma, dejando que cada palabra cale, hallas la enseñanza. Algunos los he visto más acertados que otros, algunos comprendo mejor el mensaje, ese carácter de cotidiano de cada cuento es en sí mismo una enseñanza, en la observación diaria: la vida es una de las más sabias maestras, solo hay que estar atentos a los detalles y aprender a escuchar. El que yo cuento a mis hijos: _ Maestro, ¿ cuál es el secreto de la felicidad? _No discutir con idiotas. _ Eso no es. _Tienes razón. |