Los nombres propios

¿Alguna vez habéis sentido que cada vez que os sumergiais en las páginas de un libro es como si volvieses a la seguridad de tu infancia? Pues eso ha supuesto para mí Los nombres propios. Esta historia con grandes tintes autobiográficos es la primera novela de la jovencísima escritora española Marta Jiménez Serrano.

En Los nombres propios no nos sumergimos en un mundo de intriga, ni en un mundo fantástico, ni en la vistosa época victoriana, no... entramos en nuestras casas, en esas de cuando éramos pequeños, en esas dónde de la abuela nacía un hilo invisible que ataba a cada uno de los miembros de su familia, un hilo irrompible que a muchos nos hizo entender el significado de la palabra familia.
Este libro se ha convertido en algo especial y tiene y tendrá un hueco especial dentro de mi librería. Pocas veces me he sentido tan identificado con una historia. Porque al igual que Marta yo también tenía un Huerto. al igual que Marta yo también recuerdo el olor a yerbabuena, el olor a manzana recién cogida del árbol. al igual que Marta, yo también me críe al lado de mi abuela, y al igual que Marta también echo de menos todo lo que ella suponía.

Al final da igual como se llame tu Huerto, si olor a hierba o a manzanas, al final lo importante es que hemos tenido una infancia feliz que es el mayor regalo que hemos podido recibir. Un cimiento perfecto para todo lo que vino después. Esta historia de vida que nos cuenta Marta, a pesar de ser su historia, también es la historia de muchos. Yo la he sentido propia y solo puedo agradecer haberla podido disfrutar.