—Mi cuerpo es un maldito idiota. Ignora alegremente mis intentos de contención.
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—Mi cuerpo es un maldito idiota. Ignora alegremente mis intentos de contención.
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(…) Con otras mujeres es fácil ser prudente, pues sólo excitan mi cuerpo. Pero contigo... Su voz se volvió más tosca. —Tú excitas mi mente, mis sentidos, mi alma. Me paso las noches soñando contigo. Cuando estamos juntos es demasiado difícil soportarlo y cuando no lo estamos eso es la única cosa que deseo en el mundo. |
—Eres una hechicera, ¿lo sabes? —dijo con voz ronca—. Una hechicera disfrazada de dama culta. —Por eso busco la compañía de una bestia disfrazada de caballero. |
(…) eres capaz de poner a un hombre fuera de sí, haciéndolo olvidar cosas que no debería olvidar.
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Porque ahora ella sabía la verdad... si le permitía llevarse su inocencia, se llevaría también su corazón. Y un libertino era el peor guardián para el corazón de una mujer. Incluso para un corazón tan práctico como el de ella. |
(…) Era tan conspiradora como cualquier libertino, sólo que lo disimulaba mejor.
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(…) Ella no era como las mujeres con la cabeza llena de plumas que habitualmente seducía… ella le llegaba más allá de la piel, y eso no debía pasar.
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(…) Yo no corrompo muchachas. ¿Por qué habría de hacer eso cuando el mundo está lleno de adultas ya corrompidas? (…)
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La leyenda de Sleepy Hollow es un relato corto de terror y romanticismo, se desarrolla en los alrededores de...