La promesa de Julia

Está claro que Julia, Emilio y compañía no pueden vivir en paz. En esta tercera entrega, les vemos en su primer año de universidad: nuevas rutinas, nuevos problemas, nuevos amigos, nuevas emociones y nuevas situaciones a las que enfrentarse. Julia comienza a estudiar criminología y uno de sus profesores sugiere una práctica adicional para mejorar sus notas. Debe investigar y sacar conclusiones de un viejo caso que se cerró como suicidio. Julia acepta e inmediatamente se pone a trabajar, pero pronto se da cuenta de que el trabajo es mucho más complicado e involucra a más personas de las que esperaba. Mientras tanto, Emilio conoce a una nueva chica que le recuerda a alguien de su pasado, complicando aún más su vida, pero sacando a relucir el lado más generoso y leal del peliazul. Uno de los aspectos más interesantes de la novela es cómo combina la trama principal de una novela de misterio con la de una novela juvenil, donde los personajes se enfrentan a cambios, dudas y malentendidos. Emociones propias de una persona de esa edad y todas las nuevas experiencias. El ritmo de la novela es rápido, entretenido y está escrito de manera cercana, con abundantes diálogos y toques personales que hacen reconocible la pluma del autor. El texto está lleno de pistas, por lo que te frustrarás y no podrás parar de leer hasta que entiendas el misterio. También hay capitulos con viejos conocidos. Mencionaré solo un inconveniente. La misma información se repite muchas veces en la novela, algunas de las cuales no son importantes para la trama. Afortunadamente, el ritmo narrativo compensa esto y pudemos conectarnos de inmediato.