Cuando ví por primera vez anunciado el libro, quise leerlo de inmediato. Estaba agotado, pero pronto volvió a estar disponible. Me conmovió el resumen de la contraportada: la historia de Omar y su hermano Hassán en un campo de refugiados de la ONU en Kenia, contada por Omar y por Victoria Jamieson, quien se hizo voluntaria tras ver por televisión las terribles circunstancias de los refugiados sirios y en este voluntariado conoció a Omar. Es la historia de Omar Mohamed, contada por él mismo, un somalí que se vio obligado a abandonar su país junto a su hermano Hassán, ambos separados de su madre debido a una de tantas guerras. Ambos vivieron durante quince años en el campo de refugiados de Dadaab, en Kenia. La educación, la asistencia a la escuela, el interés por aprender y el afán de superación, son fundamentales para poder aspirar a una vida mejor. Pero también lo son la esperanza... y la paciencia... esperar, esperar, esperar..... Aparte de contar su historia, conocemos, a través de sus vivencias y de las personas que le rodean, el día a día en el campo de refugiados donde la solidaridad juega un papel muy importante y donde, aunque hay momentos tristes, también los hay alegres. Es una novela gráfica de rápida lectura recomendada tanto para adultos como para jóvenes ( se recomienda a partir de los nueve años), porque nos muestra una vida muy diferente a la nuestra, pero muy real, a la que miles de personas estan abocadas sin haberla elegido y de la que no todo el mundo puede salir y, si lo consiguen, es con mucho esfuerzo. Su lectura encoge el corazón y hace valorar lo afortunados que somos los que vivimos en esta otra parte del mundo, donde tenemos una vida que no se parece en nada a la de Omar, porque, en este caso, es él, pero podríamos haber sido cualquiera de nosotros... Lectura recomendable al 100%. + Leer más |