Esta novela ya clásica, no es otra cosa que otro episodio de aquellos días de junio de 1816, cuando el verano que esperaban Lord Byron, Polidori, los Shelley y Claire Clairmont no llegó y los mantuvo encerrados en Villa Diodati. Porque la Señorita Juliana Bordereau no es otra que Claire, y el poeta Aspern, una combinación de Byron con Shelley; el editor protagonista viene a ser una persona cercana a James que admirador de Shelley se arriesgó a todo para conseguir la correspondencia que Claire sostuvo con ambos poetas hasta la muerte de ambos. Obviamente, es ficción, y tiene cosas no reales. Pero el final es real. Muy recomendable para quienes, como yo, se obsesionaron con Frankenstein, su Criatura, los Vampiros y esas cositas. |