Cincuenta sombras liberadas

En Cincuenta sombras liberadas nos encontramos con un Christian totalmente enamorado. Ya no tiene dudas, ha caído rendido ante Ana.

A nivel de historia, es más romanticón, aunque eso sí, sin dejar el sexo de lado. Aunque no sé si es porque estaba ya tan acostumbrada que ni me daba cuenta, o porque realmente era así, pero creo que hay menos sexo, aunque eso no quiere que haya poco, tan solo menos que en los anteriores.

Hay bastante más acción y pasan más cosas, algunas incluso llegan a ser sorprendentes. En algunas partes se adopta un ritmo un tanto trepidante en cuanto a acontecimientos. Hay partes un poco moñas, que te recuerdan y dan la sensación de que es un libro más de amor, pero se ven compensadas por las de acción. Te mantiene más enganchado y sin poder parar de leer en muchas ocasiones. Hay muchos momentos tiernos y bonitos.

Lloré hacia la mitad del libro por algo que pasó. Me tocó tanto y me sentí tan identificada que no lo pude evitar. Este hecho hizo que le cogiera cierto cariño a Ana y me identificara con ella pues sentía lo mismo que ella. La misma tristeza, la misma alegría ante el mínimo avance. Pero, igualmente, este hecho avanza demasiado deprisa, y lo digo por experiencia, por lo que creo que ralentizarlo un poco le habría dado más realismo.

No soporto los altibajos emocionales de Ana ni lo poco empática que es con Christian casi siempre. Jamás se pone en su lugar y pocas veces le da el beneficio de la duda, y aún menos le deja explicarse, ya que prefiere quedarse con su opinión sin escuchar las cosas por boca de Christian. Es de ideas prefijadas y no es capaz de escuchar nunca las explicaciones. También es muy impulsiva en todo, tanto en lo que hace como en lo que dice, por lo que tiende a fastidiarlo todo con facilidad.

En general, como ya he dicho en otras ocasiones, la historia es muy precipitada, todo pasa muy rápido. Vemos a un Christian más tranquilo, más liberado, aunque con algún ramalazo de los suyos. La historia logra sorprender bastante, en contra de lo que yo esperaba. También hay algunas cosas previsibles y que yo me imaginaba ya desde el principio.

Y, lo más importante para mí, por fin conocemos todo el pasado de Grey. En el segundo libro conocimos buena parte de él, pero hay cosas que se habían quedado sin explicar y por fin en este libro se explican. La verdad es que es genial ver a un Christian tan comunicativo, a un Christian que se ha dado cuenta de muchas cosas, de todos sus errores y de cómo son las cosas realmente. Es casi un Christian nuevo, pero sigue quedándole un largo camino antes de poder decir que es ‘normal'.

El final es demasiado bonito y edulcorado. Casi como un cuento de hadas. Me gustó, pero esperaba otra cosa.

Los tiempos entre una escena y otra a veces no quedan muy claros al comienzo y tardas en darte cuenta de que ha habido un salto temporal. La autora sigue repitiendo palabras o frases hasta la saciedad y sigue teniendo un ‘bajo' nivel en cuanto a vocabulario.

En cuanto a personajes, siguen casi igual. al centrarse la historia en Christian y Ana, los demás pasan a un segundo plano, destacando en contadas ocasiones.