Venganza para víctimas

AVISO: esta reseña contiene SPOILERS de las anteriores entregas de Asesinato para principiantes. Pip decide investigar unos asesinatos que sucedieron en su pueblo hace años. Siguiendo pistas y analizando los sucesos, pronto descubrirá que su pequeño mundo es más oscuro de lo que pensaba.

Tras los descubrimientos en su investigación y los traumáticos eventos vividos, Pip se encuentra profundamente afectada emocionalmente. Pese a que en esta tercera parte trate de fingir que su vida sigue, por dentro se está derrumbando. Y será este momento cuando un peligro del pasado decida que Pip sabe demasiado.

Si bien las anteriores entregas de esta trilogía me han gustado, reconozco que la segunda parte de este libro ha sido una decepción. Empieza bien, planteando las bases de dónde dejamos a Pip y mostrando un posible nuevo caso pero todo se precipita y se llega al punto de que tome decisiones peligrosas e incomprensibles.

Una de las cosas que más me gustaba de estos libros es la reflexión que Pip desarrollaba paralelamente a sus investigaciones, cómo buscaba la forma de hacer justicia y mostrar la verdad al mundo. Y siento que este libro derrumba gran parte de lo construido previamente.

Aunque la autora busca justificar y dar motivos racionales para muchas de las cosas que suceden, analizadas friamente se les notan las costuras más que en los anteriores libros. Es posible que la autora quisiera dar un giro lo más sorprendente posible, lo que se logra, pero a costa de mucho.

En conjunto, un cierre agridulce y flojo para una historia que empezó muy bien pero que se ha ido desinflando con cada libro.

Colibrí.