La Perla de Sangre

Con esta novela, nos adentramos en un thriller con tintes de ciencia ficción. Y si estás un poco atento, notarás algunos guiños a películas como Matrix u Origen.

Reconozco, que al principio, la lectura se me hizo un poco lenta, e incluso pesada. No porque no me enganchase, sino, porque Noah, nuestro protagonista, me sacaba un poco de quicio. Me daban ganas de tenerlo delante, zarandearlo y gritarle que espabilara, que se dejara de tanta paranoia y mil cosas más.

Pero una vez que te centras, te adaptas a la personalidad de Noah y coges el ritmo, es una novela que cuesta muchísimo soltar. Ya que tiene varios giros inesperados, un humor algo ácido y cierta intriga, con la que solo quieres seguir sabiendo por donde va a continuar la historia.

Aunque desde un principio se ve que claramente hay dos protagonistas, Noah y Evan, se nota que la pareja que se crea, es increíble. Y mientras uno de sus protagonistas parece que es como más lineal, o con una personalidad más definida, Evan, con el otro, Noah, durante toda le historia, se nota una evolución, aunque sin perder su esencia por completo. Y es algo que me ha gustado.

Con un vocabulario sencillo y bastantes diálogos, entre todos los personajes que aparecen, se intercalaran distintos pensamientos, o puntos de vista, que tiene Noah, en las distintas situaciones con las que se encuentra. Haciéndote participe en sus divagaciones, donde podrás estar más o menos de acuerdo, según el momento.

Lo que destaco de este libro, o algo que me ha gustado en la forma de escribir que tiene Eduardo, es que, aunque en sí el libro trate en la búsqueda de “la perla de sangre”, te conviertes en un espectador al ver como dos personalidades tan distintas se van uniendo, o creando lazos, casi, pasando a un segundo plano, lo que sería la trama principal.

Algo que me ha parecido de lo más curioso y llamativo, es lo que rodea a las incursiones, que aunque al principio puede parecer algo complicado, creo que queda bastante bien explicado y es fácil visualizarlo por parte del lector.

Aunque la historia en sí, queda muy bien cerrada, ojalá, Eduardo, rescate a esta pareja en una futura novela, ya que me gustaría saber algo más sobre ellos. Ya que de alguna manera les he cogido bastante cariño.

Para terminar, es una novela que creo que puede gustar a más de uno, tanto te guste el thriller o la ciencia ficción, o quieras ir leyendo alguna cosa que tenga algún componente de ciencia ficción y que no sea bastante complicado.

La Perla de Sangre es el segundo libro de Eduardo y uno de mis dos mejores lecturas del 2019.
El comienzo es bastante cómico por lo irreal de la situación, y lo mejor, es que el protagonista es consciente de ello. Justamente, esa incredulidad del protagonista es la que convierte en gracioso esos momentos que el lector ve a través de la lente de Noah.
Noah es un joven dentista en honor al propio autor a quien una señora le dijo que por la profesión que había elegido nunca sería el héroe de nadie, así que él decidió que si no iba a serlo convertiría a su alter ego en ello. Querida señora desconocida, gracias por hacer que Edu escribiese esta obra de arte para callarle a usted la boca porque... ¡MENUDO LIBRO!
Resulta que la Perla de Sangre fue creada por los nazis durante la II Guerra Mundial para destruir vidas, pero antes de poder usarla desapareció. En la actualidad existe una organización que se afana en su búsqueda y, aquí es donde se ve involucrado Noah sin comerlo ni beber, ¿por qué? Pues lo tendréis que descubrir en el libro viendo la evolución de este personaje que no deja a nadie indiferente con su aventura.
La magistral narrativa de Edu mete de lleno al lector es una historia que te atrapa hasta llegar al punto final.