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No es el primer libro que leo de la autora y lo primero que quiero decir es que no se parece en nada a sus otras obras. Este libro trata temas más complejos y profundos que los otros libros y me parece más maduro. Es un libro no muy largo por lo que se lee enseguida y es perfecto para leer en cualquier ocasión. La historia gira entorno a Emily, una chica de 17 años que se muda con su madre a otra ciudad cuando se cumple un año de la desaparición de su hermana gemela. El sitio escogido no es aleatorio sino que se trata de una ciudad cercana al último sitio donde su hermana fue vista con vida. Puede parecer de primeras que la historia se va a centrar en la trama de la desaparición, pero no. No se trata de un libro sobre una investigación policial sobre la desaparición de una joven, más bien trata sobre las secuelas que deja esa desaparición en los que quedan. En como viven con ellas y cada uno trata de superarlas de una manera distinta. No sólo vemos la nueva vida con su madre en esa ciudad y sus secuelas, sino que además nos enseña breves momentos del pasado a través de los cuales podemos conocer más a Aria, la gemela desaparecida, y la relación que tenían las hermanas. En la nueva vida que Emily quiere empezar en Cresent City, conoce a Liam. Un chico que tiene su propia historia complicada que le sigue persiguiendo y que también iremos descubriendo poco a poco haciendo que a medida que conocemos sus secretos le tengamos más cariño. Me hubiera encantado que fuera un pelín más largo para conocer más detalles de todos los acontecimientos finales del libro. Pasan muchas cosas seguidas muy rápido y casi no da tiempo a procesar la primera cuando han ocurrido otras 3 o 4 cosas. Pero en conclusión, el libro me ha gustado bastante porque ha conseguido engancharme la historia y querer seguir leyendo para descubrir que pasaba con Emily y con Liam también. |
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