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Crítica de DitaHunter


DitaHunter
25 February 2024
¡Wuola, wuola!

Debo decir que este año estoy teniendo muy pocas ganas de leer libros (ojo, que no mangas/manwhas/manhuas) y no sé si si Marte ha sido El Paraíso que me haga entrar en parón lector.

Iria y Selene son dos autoras cuyos libros siempre me generan dos estados: los amo o no los soporto. El último es muy ocasional, pero el inicio de Olympus, para mí, ha sido terrible. Un retelling de ciencia-ficción que habla del mito de Perséfone y Hades: Ianthe y Asha pertenecen a Olympus y a sus servicios y para ser las mejores Hijas y alcanzar sus deseos se inscriben en la Akademia, el lugar donde todo el que es alguien empieza su andaduria por Olympus, pero ahí, Dioses, apiadaros de mi pobre alma.
Siento que Iria y Selene han creado un mundo precioso del cual se han olvidado en el mismo momento en el que lo hicieron nacer: Olympus, la Akademia, Marte, los Servicios, los Jefes y los Hijos, todo se nos presenta muy por encima, deprisa y corriendo, a trompicones y bajo los ojos de personas que conocen y viven con ello, que saben con lo que conviven y te lo transmiten, pero lo único que he sentido ha sido la más absoluta confusión. Siento que falta mucho por construir y hay poco con lo que trabajar. Que os preguntareis como un libro de más de 600 páginas carece de worldbuilding, pues simple, amigos: Metiendo mucha paja que repite y repite en círculos viciosos los mismos dramas y recuerdos que has visto 10, 20, 30 o 40 páginas más atrás. No ha sido hasta el arco final, página 461 (sí, lo he buscado), que la historia no empieza a despuntar hacia algo mínimamente interesante y es que incluso las escenas de la Odisea, que abarcan 1/3 de las páginas, no es más que un evento pasajero e insustancial que solo sirve para hacer más ruido y bulto que otra cosa.

Por otro lado, los personajes: Ianthe y Asha, Oscar y Aden, Armand, Euryn.... Todos tienen algo que contar, pero solo 3 llevan la voz cantante y vemos a los demas a través de sus ojos, lo cual, a mí, me ha parecido poco justo. Armand, Euryn, Beren, Minna u Oscar son personajes secundarios que apenas han brillado en una historia que ya de por si tenia poco que aportar al romantasy (porque, aunque sea ciencia-ficción no deja de ser eso). Pero centrémonos un momento en nuestras protagonistas: Ianthe es Perséfone y Asha nuestra Hades, pero debo decir que ni Ianthe me recuerda a Perséfone ni Asha me grita Hades, lo único que las relaciona es el Servicio al que pertenecen y, en el caso de Ianthe, la sobreprotección de su madre a esta. Asha me ha recordado a una adolescente típica emo triste y furiosa e Ianthe me ha parecido que es algo que debe estar para hacer match con Asha, porque, al final del día es eso lo que no estan vendiendo, no la historia de Olympus, sino la de Ianthe y Asha. Siento decir que intentaron un slow burn y no es más que un insta love de manual y, aunque odio este cliché, bien llevado puede ser interesante y ameno, pero no es el caso. Muchas escenas de Ianthe y Asha solo quería leerlas en diagonal, pero por el hecho de querer ver algo de worldbuilding me las trague todas y cada una de ellas. Por otro lado, Oscar y Aden.... ¿Qué puedo decir? Se comieron el show, amigues. Si no me creí la historia de amor de Ianthe y Asha con Oscar y Aden no podía estar más dentro. Son dos caramelitos que se conocen por azar del destino (o no) y que van fraguando algo entre ellos tan bonito que solo quieres arroparles en una manta y dejarles con la tele puesta en un sofá mullidito.

Para terminar me gustaría mencionar que la resolución de muchos conflictos me ha parecido poco creíble o injustificada. Querían, en algunas ocasiones, justificar conductas y en otras convertir algo insustancial en épico, pero bueno, estaremos leyendo el segundo en algún momento del año solo porque NECESITO que se le haga justicia a Armand

1,5/5
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