Personalmente creo que a Las Brujas de San Petersburgo le sobra, bien bien, casi la mitad del libro, porque se me ha hecho largo, repetitivo y lento. Cuando Rasputín entra en acción (con las ganas que tenía de que saliese) ya estaba cansada de leer sobre las ganas que la zarina tenía de darle a su marido a Rusia un varón, de las tretas de Militza y Stana (sobre todo de la primera) para ganar poder buscando "hombres santos" para que ayuden a la zarina y de ver cómo esos santones desfilaban por la novela sin aportar nada a la historia. Lo que sí tengo que alabar, es que la ambientación. Es innegable que es muy buena y detallada. Si no terminas desesperada como yo deseando terminar la novela, consigues meterte en la época por el gran detallismo de la indumentaria, las costumbres, las normas y la situación política. Enlace: https://conversandoentrelibr.. |