Ibón Martín nos transporta a Hondarribia, una ciudad del País Vasco que celebra cada 8 de septiembre el Alarde, un desfile lleno de polémica entre quienes buscan un desfile tradicional con hombres desfilando como soldados y mujeres como cantineras, y quienes buscan un desfile mixto en el que tanto hombres como mujeres pueden desfilar como soldados. En medio de este desfile lleno de enfrentamientos, alguien asesina a una de las mujeres que desfila, y se desata el caos. La suboficial Ane Cestero será la encargada de llevar un caso mucho más complejo de lo esperado en el que nada es lo que parece, y en el que cada detalle será importante para dar caza a quien ha desatado el horror. Además de una maravillosa ambientación, nos encontramos con una trama que se desarrolla con un ritmo a contrarreloj y sin frenos. A esto hay que sumarle los giros inesperados que vamos encontrando a lo largo de la novela, y todos los caminos incorrectos por los que nos va llevando el autor con el fin de confundirnos. Es cierto que el libro tiene varias subtramas, pero además de parecerme tramas interesantísimas, cada historia que el autor abre, también tiene un cierre. Por ello, entre eso y que la novela está dividida en capítulos muy cortos, no me dio tiempo ni a perderme, ni a aburrirme, ni a desentenderme de la trama principal. En definitiva, un thriller que va más allá de lo entretenido, con un caso policial complejo y muy bien desarrollado, que además nos transporta a una tradición real dentro del País Vasco. Totalmente recomendable. |