Tercer libro de la serie Ane Cestero. Volvemos a encontrarnos con un caso de homicidios con toques rituales y con una ambientación magnífica. No sé porqué casi todos los libros de novela negra que leo ambientados en el norte de la península siempre me atrapan por sus paisajes y descripciones de ciertas tradiciones y mitos que envuelven el relato con un aura muy especial. Esas tierras irradian algo mágico y sus escritores saben sacarles muy buen partido. Ibon Martin siempre consigue engañarme en sus libros y en esta ocasión no ha fallado, es verdad que mi primera intuición ha resultado la más válida, pero me ha tenido dudando durante toda la lectura. |