De nuevo se reúne la Unidad de Homicidios de Impacto después de un par de años y en pleno confinamiento por el Covid. Me ha gustado bastante, creo que esta muy bien ambientada la historia en este pequeño núcleo rural donde transcurre, muchos sospechosos a tener en cuenta, en esta ocasión tenemos a Madrazo de nuevo en el centro de la investigación sobre el terreno y me gusto mucho que al igual que en los dos libros anteriores, Ane y Julia tienen mucho protagonismo entre las investigaciones y sus situaciones personales. La lectura se hace adictiva con unos crímenes rituales que se van sucediendo en base a unas antiguas tradiciones y procesiones de Oñati, en el País Vasco. Esta muy bien reflejado todo el ambiente y las costumbres de estas gentes, desde el pastoreo y demás labores como la apicultura y todos los lugares muy bien descritos, tanto que dan ganas de visitar esos rincones tan naturales y verdes. La trama esta muy bien hilada y al final no queda nada en el aire, el libro esta en tercera persona y unas partes en primera persona que no sabemos quien nos la cuenta, supuestamente es el asesino y continuamente nos preguntamos quien puede ser. Intenta engañarnos, pero tengo que decir que no he caído en esta ocasión y acerté quien era el culpable. Espero que este no sea el último y que vuelvan pronto con más investigaciones y novedades personales de todos ellos. Lo recomiendo, sin duda una historia que os mantendrá en vilo y os hará pensar y dar vueltas. |