Mortadelo y filemon Los Ángeles 84

Un domingo más, el espíritu deportivo me invade y nada mejor para cultivar cuerpo y mente que un cómic olímpico de Mortadelo y Filemón en el sofá.
A ver, no estaría mal unos churros con chocolate energéticos, pero al caprichoso invierno le ha dado por asomarse y 6 graditos dejan al churrero donde está.

Para el entrenamiento de alto rendimiento de hoy me baso en lo aprendido en el cómic de Francisco Ibáñez "Los Ángeles 84"

Ojo, en los primeros estiramientos ya se detecta que es para deportistas de élite pues la historieta arranca en una reunión del comité olímpico.

Los fibrosos miembros (todos orondos, calvos y varones) discuten la conveniencia de asistir al evento con gran seriedad, entre licores de alta graduación y puros de palmo y medio.

Por supuesto, se harán acompañar de los más versados cuñados, hijos, amigos y queridas como representación diplomática en una inmensa lista donde, curiosamente, no hay una sola suegra.

Para dar escolta al ecuestre escuadrón de atletas de la corrupción elegirán a dos insignes caballeros, Mortadelo y Filemón y además, como refuerzo al profesor Bacterio.
El éxito está garantizado.

Lo cierto es que Ibáñez no da tanto protagonismo a la ciudad que acoge el evento. Es cierto que aparece Ronal Reagan inaugurando los juegos y alguna alusión aquí y allá de tópicos gringos.

Tampoco es que nuestros agentes participen en muchas pruebas ya que su misión es velar por la seguridad de nuestros deportistas.
Aunque con ellos o sin ellos, la verdad es que nuestro medallero iba a ser el mismo.

La obra está orientada a la crítica a los altos cargos que dirigen nuestro deporte viviendo a cuerpo de rey. Especuladores y corruptos que no se diferencian mucho de los que hoy ocupan sus sillas.

Una aventura más de estos agentes de la T.I.A. con los que las risas y los golpes están siempre asegurados.

Mortadelo y Filemón. Los Ángeles 84 - Ibáñez

Clásicos del humor que no te puedes perder. En esta aventura los agentes de la T.I.A se infiltran como atletas ni mas ni menos que en los juegos de los Ángeles; y bueno ya todos sabemos que nada puede salir bien si estos dos andan cerca. Risas aseguradas.