Un mundo feliz

Una de las tres distopías clásicas, junto con 1984 y Farenheit 451. Muy diferente a las otras dos, combina toques de humor y sarcasmo y ese futuro negro es , en este caso, "suavizado" en forma de dictadura no sangrienta aunque igual de efectiva que las que nos pintaban Orwell o Bradbury.Lo más deprimente de esta historia es en realidad la falta de alternativas que ofrece, o bien nos entregamos a una civilización deshumanizada e infantilizada o nos quedamos con el salvajismo de la naturaleza humana, sus supersticciones y traumas.El paralelismo entre el salvaje John y el disidente Bernard es desesperanzador, ninguno puede sacudirse de sus condicionamientos impuestos, el del "Estado controlador" de Bernard o el de la religión y la moral de John y el discurso de la libertad a ser desgraciado, párrafo más célebre y (mal) utilizado de este libro es maniqueo.No hay progreso sin esclavitud ni hay libertad sin entregarse a la supersticción y a la ignorancia.En esto radica el pesimismo de este libro aunque se haga llevadero por sus toques de humor.Una obra de referencia de la literatura del siglo XX y un prodigio de imaginación de un autor que se imaginó en 1930! la fecundación in-vitro, los helicópteros, los reactores interoceánicos...prodigioso.