Un mundo feliz

“La felicidad universal mantiene en marcha constante las ruedas, los engranajes; la verdad y la belleza, no. Y, desde luego, siempre que las masas alcanzaban el poder político, lo que importaba era más la felicidad que la verdad y la belleza.” ~ Un mundo feliz de Aldous Huxley.

¿Qué es lo que necesita el ser humano para ser feliz, para vivir con plenitud? Aldous Huxley plantea, en Un mundo feliz, un interesante debate sobre la sociedad y su felicidad. Divide así el mundo en dos sociedades: una en la que existe conocimiento, arte, libertad de acción y de decisión, religión, sufrimiento y enfermedades y otra con una felicidad plena pero plegada a los intereses de los medios de producción, en la que nadie cuestiona el papel que le toca jugar en ella porque ha sido diseñado para ejercerlo. “Hay que elegir entre la felicidad y lo que la gente llamaba arte puro”, destaca el personaje defensor de esa nueva sociedad. “¿De qué sirven la verdad, la belleza o el conocimiento cuando las bombas de antrax llueven del cielo?”, añade.

Un mundo feliz no es un libro fácil de leer. Reconozco que no me ha atrapado hasta casi la mitad del libro y andaba bastan e perdida en este comienzo. Lo que me ha parecido más interesante y que ha sido precisamente lo que ha subido el nivel de la historia, es el debate que mantienen John el Salvaje, nacido y criado en la sociedad del conocimiento, y Mustafá Mond, defensor de la sociedad de la “felicidad y de la estabilidad” que tampoco es tan fácil de conseguir y que requiere de un engranaje muy bien afinado.

En resumen, ciencia, arte, belleza, sensaciones, felicidad, amor, sexo, evasión, estabilidad, trabajo, falta de aspiraciones, ¿qué es lo que necesita el ser humano? Difícil cuestión y gran libro para un gran debate. Eso sí, no es un libro fácil de leer o por lo menos a mi me ha costado.