La historia trata sobre el amor, amor por el arte de la Edad Media, amor por la catedral de Notre-dame, amor por la historia y también amor romántico, en ocasiones bondadoso y en ocasiones envenado. Nuestra señora de París es una novela que no tiene tan solo un personaje principal. El narrador nos cuenta la historia de varios personajes: la bailarina Esmeralda y el campanero Quasimodo, sí, pero también (y antes) a Pierre Gringoire, autor teatral, Claude Frollo, acreciano de Notre-dame, Phoebus de Chateaupers, capitán de los arqueros reales... y al propio pueblo de París, desde mendigos, a noble e incluso al propio Rey de Francia. Víctor Hugo incluye algunos capítulos de puro contexto histórico o descripción detallada de la catedral, capítulos en los que necesitas un extra de concentración, pero acabas disfrutando. Con un narrador omnisciente que, además, se dirige de manera directa al lector, haciéndole su confidente. |