InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Guille63


Guille63
05 March 2023
Si usted lector se encuentra entre los miles y miles de entregados admiradores de esta obra tengo el deber de advertirle que las palabras que leerán a continuación pueden herir su sensibilidad.

Los miserables es la narración de una lucha a muerte. Una lucha que más o menos se podría presentar de la siguiente manera:

En la esquina derecha del ring, distinguido por una luz interior, de una magnificencia sobrehumana, vejado por las mayores injusticias, héroe de las más despiadadas tragedias, ataviado con un abrigo amarillento, raído y entallado, con sombrero deformado: el “EX PRESIDIARIO ANGUSTIADO“…JEAAAAAN VALJEAAAAN, ¡¡¡el éxito del hombre, la encarnación del perdón!!!

Al otro lado, portador de enormes patillas, engalanado con un levitón largo y esgrimiendo un garrote amenazador, con la mirada oscura, la boca fruncida y temible, y un gesto feroz de mando: “PERRO DE PRESAAAAAA” JAVEEEEERT, ¡¡¡representante de la ley ciega, de la imposibilidad de la redención, emisario plenipotenciario del castigo implacable y terrible como única respuesta al delito!!!

Tan desigual combate se resuelve, como no podía ser de otra manera, por K.O en la quinta parte, libro tercero. Un triunfo que lleva aparejada la gran victoria de la idea que vertebra toda la novela: la bondad innata del hombre, esa bondad que permitirá, más tarde o más temprano y gracias a la educación universal, alcanzar el paraíso en la tierra.

Esta ingenua idea del hombre junto con la descarada parcialidad exhibida no hubieran sido suficientes para molestarme en la forma en la que lo ha hecho. Es más, el estilo de Víctor Hugo, en contra de la opinión de Flaubert —incorrecto y vulgar— me ha parecido que alcanza, en no pocas ocasiones, una gran altura, que su lirismo apasionado, potente, su prosa derrochadora y rica me habrían compensado sobradamente tal candidez y tan escandaloso favoritismo. Pero por lo que no hay compensación posible, lo que soy incapaz de perdonar, es su portentosa necesidad de comunicarnos sus vastos conocimientos sobre los temas más variopintos y aburridos, su viciosa inclinación a apabullarnos con detalles y explicaciones cargantes e innecesarias, evitando así al torpe lector todo esfuerzo de su escasa imaginación, su tendencia al retorcimiento de la historia hasta límites paródicos, su gusto por los hechos sorpresivos, coincidencias inexplicables, encuentros inverosímiles y efectistas, su grave inclinación al melodrama, a los amores castos y desgarradores, a los odios desaforados, a las intolerables miserias, su devoción por personajes que son encarnaciones puras, simples y asexuadas, símbolos de lo más excelso y lo más bajo del ser humano y siempre bajo el prisma romántico que sitúa lo emocional muy por encima de lo racional.

Conste que avisé.
Comentar  Me gusta         53



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(4)ver más