Esta novela es el claro ejemplo de lo complejos y fascinantes que pueden llegar a ser los personajes en apariencia 'comunes y corrientes' cuando son creados con dedicación y corazón y puestos a prueba dentro de una historia poderosa y entrañable a partes iguales. Hay muchas cosas sorprendentes y dignas de mención en Trenes rigurosamente vigilados. Nadie podría imaginar que el sabotaje a un tren nazi, en medio de la nada, diera hasta para momentos hilarantes, pero los hay a lo largo de toda esa atmósfera de inocencia y melancolía que me acompañó durante la lectura. Nada sobra en esta historia. El autodescubrimiento, la historia y su tiempo, los que nos rodea, lo que amamos y nuestros temores. Cada personaje que pasa por aquí entrega algo y no sé cómo lo hizo Bohumil Hrabal para dotar de tanta carne y tanto hueso a estas personas con tan pocas palabras. |