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Leí este libro por la llamativa reseña que vi en una revista, y eso que poco guio mis lecturas por ello. Me llevé una grata sorpresa al encuentrarme con una historia que explora la renuncia a todo sin remordimientos, sin esperar que algo brillante pase, sin buscar darle una redención al protagonista. La historia tan solo acepta que hay momentos en que la gente se deja llevar y se resiste a luchar contra los más duros sentimientos y sensaciones de tristeza, odio, entre otros. Casi nunca exploramos el "qué habría pasado si" porque nos aterra la respuesta y este libro sí se toma esa libertad. Tal vez también podría describirse como un relato de la época tan convulsionada en la que vivimos y de la manera en que nuestras emociones nos superan o en que la dinámica misma de las cosas se vuelve tediosa y sin sentido.
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