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Lowen Ashleigh, una escritura sin mucho éxito y al borde de la bancarrota, recibe el encargo de una editorial para continuar una saga de éxito cuya autora, Verity, ha sufrido un accidente y no puede seguir escribiendo. Para llevar a cabo esta tarea Lowen se muda a la casa de la escritora, con el objetivo de estudiar sus apuntes, ver sus notas, inspirarse... En esa casa tendrá que convivir con el marido de Verity, por el que siente una fuerte atracción, y con la propia Verity, que se encuentra incapacitada en cama y en un estado catatónico. Las cosas se comienzan a poner interesantes cuando Lowen encuentra un diario personal de Verity en que ésta se muestra tal cual es y confiesa aspectos escabrosos de su vida. Y por si todo eso fuera poco, Lowen comienza a sospechar que Verity no está realmente incapacitada, sino fingiendo. La trama de la novela se parece mucho a algunas películas que emiten en la sobremesa de los fines de semana, especialmente en Antena 3 (los españoles sabrán de qué hablo). El giro argumental que se presenta al final de la obra tampoco salva al libro del desastre. Si le he dado dos estrellas en lugar de una es porque en ciertos pasajes sí llega a generar suspense. Por otro parte, las múltiples y muy explícitas escenas de sexo son completamente innecesarias e incluso llegan a resultar vulgares y soeces. |
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