Lo primero de todo es que me ha encantado como la autora ha tratado tan bien temas como la salud mental y la familia entre otros. Narrado en primera persona la pluma es ágil y la trama bien construida sintiéndose cercana y realista. Eleanor tiene una forma de ser que lo más seguro haga que no empatices con ella al principio pero luego según avanza la historia entiendes porqué y no puedes hacer otra cosa que admirarla. Hay una evolución constante y es una montaña rusa de emociones. El final es sorprendente y emotivo a la vez. Este no es un libro romántico, es una oda a la amistad y a la importancia de saber pedir ayuda. de amor propio y de aprender a decir adiós. |