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No hablaré mucho de la trama para no hacer spoilers de los otros dos libros de la trilogía. Solo diré que este libro es el broche perfecto para cerrar esta historia. Este libro es pura acción. Desde el principio están pasando cosas importantes y, además, arrastra la intriga de lo que pasó al final del segundo libro que, al menos a mí, me dejó boquiabierta. Nos reencontramos con una Jude que sigue luchando por hacerse un hueco y encontrar su lugar, así como por sobrevivir a los peligros del mundo feérico, encontrándose cada vez con más amenazas, desconfiando así de todo y de todos; lo cual hace que el lector también desconfíe y vea enemigos en todas las sombras. No so imagináis cómo he disfrutado este último libro... Es que no podía parar de leer, y me contuve porque era una lectura conjunta y tenía que respetar unos plazos, sino me lo habría leído en un día. Nos encontramos un libro que es todo acción, que no deja un momento de calma y que tiene algunos momentos que me hicieron gritar de emoción o sufrir por los personajes... Lo que viene a ser una montaña rusa de emociones. He disfrutado muchísimo cada página pero, no todo iba a ser perfecto... Ha habido algunas cosas con las que me he quedado a medias. Me ha dado la sensación de que quedaban muchos cabos sueltos y que faltaba información sobre algunos momentos y personajes, los cuáles parecía que iban a ser importantes, pero terminan pasando sin pena ni gloria. Aún así, esto no ha impedido que este libro sea una de mis mejores lecturas de este año. |
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