Jude sigue en el mundo mortal sintiéndose traicionada al haber sido exiliada por Cardan, hasta que aparece Taryn pidiéndole un favor. Esta accede a ayudarla, por lo que debe volver a Faerie. Y lo que en un principio iba a ser un viaje de ida y vuelta, termina en una guerra, un trono destruido, un encuentro apasionado y confesiones muy esperadas. Ha sido un final de trilogía apasionante, que, al igual que el segundo libro, ha tenido acción desde el primer minuto y me ha mantenido enganchada hasta llegar a ese final.. del que no puedo decir nada, pero me gustaría gritar. Me da pena despedirme de Jude y Cardan, pero, al mismo tiempo me alegra haber conocido su historia. |