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¡Qué sufrimiento! Éste sería el resumen más corto de este libro. La formación de una marquesa se divide en dos partes: La primera más lenta, más social, donde se presentan los personajes, con especial atención, la protagonista, Emily Fox-Setton, una mujer de 34 años práctica hasta niveles insospechados , bondadosa y servicial. Invitada a la casa de campo de Lady Maria, entre cenas de gala, paseos por el jardín y encargos imposibles de cumplir, una propuesta inesperada del marqués de Walderhurst le cambia la vida por completo. La segunda parte del libro, y también la más larga, deja atrás el tono más tranquilo y feliz de la primera y se va volviendo más oscura e inquietante por momentos por culpa de unos familiares con pretensión de heredar. No había leído nada de esta autora, y me ha dejado alucinada. Crea una protagonista amable y perfecta sin saberlo, apreciada por todos y la primera parte donde parece que no pasa nada, sirve para que se cuele dentro del corazón del lector y potenciar el abanico de emociones de angustia, preocupación y sufrimiento de la segunda parte. Con un estilo sencillo y llano, sin ser retorcida, como si no tuviera intención, y por eso me parece doblemente bueno. Me pasé el libro queriendo gritar, avisar y advertir a Emily, negándome a abandonarlo no fuese que en la siguiente página se arreglase y me lo perdiera y lo acabé absolutamente flipada. Me gustó mucho, me pareció brillante, todavía le doy vueltas y me pasé una semana sin tocar ningún libro pensando en éste. Incluso, he visto la adaptación de 2012 y estaba tan puesta en la historia que no me importaron los cambios que hicieron. Dudo mucho que esta reseña haga justicia a este libro, así que intentaré ser un poco más clara y directa: ¡Léelo! |
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