Mary Lennox es una niña feucha, de color enfermizo, egoísta, agria y desdeñosa, cuya actitud para con los demás deja mucho que desear. Después de perder a sus padres debido a una epidemia de cólera debe abandonar su India natal para ir a vivir a una mansión en el condado de Yorkshire con su tío, un hombre de carácter hosco y triste, algo jorobado que no se molestará ni en recibirla. Allí descubre la existencia de un jardín secreto, cerrado hace ya mucho años. La curiosidad de Mary la lleva a buscar el jardín hasta que un día lo encuentra con la ayuda de un petirrojo que le marca el camino. Gracias a Martha, la sirvienta que se ocupa de ella y a su hermano Dickon, un avispado chico que tiene la habilidad de comunicarse con los animales y conoce el páramo como la palma de su mano, se irá produciendo un gran cambio en la niña. El aire fresco del páramo, su amistad con Dickon y el jardín obrarán milagros en el aspecto y el carácter de Mary, a la que aún le queda otro misterio que descubrir. La historia del Jardín secreto nos enseña cómo las personas necesitamos de otras personas, los animales y en definitiva de la naturaleza para sentirnos bien. Me han encantado sus descripciones románticas de la naturaleza en el jardín y del cambio de actitud en los personajes. |