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No creo que este libro pueda encasillarse en literatura infantil, pues los adultos también pueden aprender con su lectura. En ella, la evolución de los personajes no viene impulsada por grandes acontecimientos, salvo aquel con el que comienza la novela; sino por las personas que se van encontrando y el transcurso de sus vidas. Es una historia tranquila que invita a la reflexionar y sobre todo a pausar tu día un momento para coger aire. Quizás por mi propia historia he sido más sensible a temas como las relaciones de niños y adultos, y a sus consecuencias; al consuelo que se encuentra en los amigos; y a cómo recobrar la ilusión puede transformar la forma en que ves el mundo y a ti mismo, dándote fuerzas para cambiar. No sé si me hubiera fijado en otros aspectos leyendo esta novela de pequeña o adolescente; lo que tengo claro es que esta novela ha me devuelto recuerdos y me ha calentado el corazón al tiempo que me hacía plantearme, sólo lo que he mencionado anteriormente, sino el papel de la familia en la construcción de nuestra personalidad y visión de nosotros mismos. Es complicado hablar de esta novela intentando no condicionar a quienes quieran leerla, pero espero haberte dado la curiosidad suficiente para darle una oportunidad. |
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