Por atasco lector casi no leo esta novela, y menos mal que le encontré un huequito. Me ha parecido una delicia de historia, muy recomendable tanto para niños como adultos. Es un canto a la vida, a la naturaleza, al renacer. El jardín formará parte del elenco de personajes como uno más, y nos emocionaremos con sus cambios, al igual que los que van surgiendo en los niños. La evolución de los críos va pareja a la del jardín y despierta nuestra nostalgia y las ganas de disfrutar del mundo natural como lo hacen ellos. Pero mi corazoncito se lo ha llevado Dickon, es simplemente adorable.
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