Si tuviese que recomendar una serie policíaca seguro esta sería una de ellas; no sólo se centra en la resolución de los casos, ni se ensaña con los culpables, no recurre a los típicos clichés de inspectores, ni deja de lado a personajes secundarios, no se saca ases bajo la manga o escenarios imposibles y creo que eso hace que sea tan cercana; simplemente es... diferente, son situaciones perfectamente verosímiles, personajes reales, con personalidades definidas, con los que empatizar y echar de menos cuando no están Esta vez el equipo de Torkel se enfrenta a una masacre, toda una familia es asesinada dentro de su casa; aparentemente no hay testigos y aquí comienza una trama de la que poco se puede hablar sin destripar los anteriores o la sorpresa de este inicio En esta entrega la parte psicológica es fundamental, veremos el lado más profesional y humano de Sebastian Bergman; como quedan expuestos los actos de las personas, sus consecuencias, miedos, los traumas y sus secuelas, como afrontarlos, tratarlos y hasta donde pueden llegar a afectarnos Los personajes de la Brigada siguen evolucionando, siguen haciendo equipo y como ya va siendo costumbre, los autores nos dejan con la miel en los labios ante un giro final impactante para comenzar el siguiente caso |