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Hay libros que merecen ser leídos por la eternidad, que se catapultan solos a ser clásicos y para mi uno de ellos tendría que ser Tigres de cristal. Varias historia dentro de una misma, nos cuentan como en los años 70 un abusón fue victima de su propia medicina, una par de niños sobre todo uno cansado de ser su costal de boxeo, humillado hasta no poder más y sin contar con unos padres propiamente dichos que se dieran cuenta de semejantes abusos, los adultos ocupados en sus quehaceres sin ver más allá de lo que les correspondía, deja paso a una tragedia. En 2015 el bullying continua, Alena, la chica nueva es atraída por este torbellino del cual los adultos siguen sin darse cuenta de que existe, un pasado que resuena, una tragedia que afectó muchas vidas, acciones que se creen inofensivas, vidas arrastradas, jóvenes y adultos envueltos en un drama distintos pero con hilos que los amarran y una tragedia que grita a viva voz que está por llegar. Tigres de cristal es una novela contada en dos tiempos, mostrando la perspectiva de distintos personajes, que nos lleva a conocerlos profundamente, empatizando con ellos y odiando a los otros, nos pone a pensar ¿Cuántas veces hemos volteado la vista y no nos hemos fijado en algo mínimo que puede detonar como una tragedia? Es una novela que no nos deja indiferente, que anhelamos seguir pasando sus páginas pero tememos lo que ellas nos diga, una novela con una prosa impecable y una historia que nos dejará pensando… |
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