“El odio es indivisible: necesita un objetivo definido, un solo destinatario. Una única víctima” ~ El último verdugo de Toni Hill. Me lo he bebido. No nos vamos a engañar. Me ha encantado la historia, los personajes, cómo está contada y aunque me ha quedado un fleco por atar, –¡ojo, que a lo mejor es que me lo he saltado sin darme cuenta aunque he revisado!–, no puedo hacer otra cosa que recomendarlo. La edición también ayuda: letra generosa a tope e interlineado de lujo. A volar la vista de página en página. Lo que me ha parecido más original es que conocemos al asesino desde el principio. Sabemos quién es, por qué mata y cuáles van a ser sus víctimas y aún así la historia no decae ni pierdes interés en la lectura. de hecho hay momentos en los que no sabía de qué lado estaba posicionada: si de la investigación y que lo atrapasen, ¡por favor!, o del lado del verdugo. ¿Y de qué va? La verdad es que no os lo voy a decir. Creo que es mejor adentrarse poco a poco en ese universo de personajes de lo más variopintos e ir descubriendo cómo va avanzando la trama y qué es lo que lleva al verdugo a ser precisamente un verdugo. |