Una afición peligrosa

Miz Highsmith (la querida tía gruñona Patricia) es una de esas escritoras de producción afortunadamente amplia de las que voy leyendo poco a poco su caudal para poder encontrar siempre sorpresas nuevas. En esta segunda colección póstuma de relatos inéditos podemos encontrar un muy buen puñado de ellas.

Conocida sobre todo por sus historias"noir", Highsmith era una autora sobresaliente en cualquier género, y aquí tenemos ejemplos de narración psicológica, farsa, relatos de intriga, cuentos de fantasmas, de animales... El sólido dominio literario que los caracteriza, su motivación central puede sintetizarse en una sola palabra: fracaso.

La desgracia, el error de comprensión, la mala interpretación de la buena voluntad, la cerrazón del corazón, todo ello es la tónica mayor de la relaciones humanas vistas en estos cuentos.

Aparecen también sin embargo tres de las historias más tiernas y optimistas de todas las que he leído de la inolvidable Patricia: Pájaro en mano, El mejor amigo del hombre (te hará sentir mejor estés como estés: garantizado) y, sobre todo, la fábula de Nacido para el fracaso.

Me niego a resumir cualquiera de ellos (ni resumen ni propiamente reseña ofrezco jamás: sólo una muy subjetiva impresión): léelos ya; sin excusas.


"Pensó que, en realidad, todo en la vida era una ilusión —de progreso, de logro, un hecho oscurecido por un absurdo y constante movimiento—, acudiendo a citas y esforzándose por cumplir con fechas límite y plazos de entrega, toda aquella tontería que el género humano denominaba «trabajo».

Si había una situación capaz de inspirar un segundo asesinato, era sin duda aquélla. Pero él nunca se atrevería a matar por segunda vez. ¿O sí?