La venganza nunca es buen propósito para enfocar la vida, convertirla en una meta sólo puede traer dolor. Eso es algo que comprueba Alekos cuando por fin consigue realizarla, es en ese momento cuando se da cuenta de su error. Llevar a cabo algo que llevaba años persiguiendo, no es tan satisfactorio como creía, menos aún cuando comprueba el dolor que causa a las dos personas que más quiere. Retractarse no es tan difícil cuando hay tanto en juego. |