Y el mundo no dejaba de girar

He de ser sincera (siempre lo soy, pero queda bien decirlo) y es que al principio, nada más empezar el libro me pareció bastante infantiloide. No quiere decir que no me estuviera gustando, ni mucho menos, simplemente que me daba la sensación de que las escenas, los personajes, las reacciones, eran, eso, muy infantiles.
Pero poco a poco el libro ha ido conquistando mi corazón y no solo por dos temas que me han robado el corazón, sino por un personaje en concreto: Paul. Sí, lo siento mucho, pero se ganó mi corazoncito desde el primer momento, pero página tras página me ha demostrado ser uno de esos personajes que tienen todo lo que puedes desear: carácter, pasión, gracia, amor... Con Usune tardé algo más en conectar, y no porque su historia personal no me conmoviera, no, sino porque no lograba comprender sus comportamientos. al menos no al principio. Pero, como digo, Paul sigue siendo mi favorito.
Además, como comento un poco más arriba toca dos temas que me han marcado. El primero ha sido el amor. Sí, lo reconozco, me encantan las historias románticas. Pero, el que más MÁS me ha gustado ha sido el del Alzheimer. Supongo que es porque vivo una situación personal similar, pero, de verdad, he llorado lo que no está escrito con esa parte.
Además, no quería dejar la reseña sin mencionar algo que también menciona la autora al final. "Querida Susi, querido Paul" fue parte detonadora de la historia y lo pensé mucho antes de leerlo en la nota de la autora. Así que... ¡hola, infancia! Es mi libro favorito, sin duda. Así que me ha emocionado el paralelismo, en cierto modo, entre ambas historias.
Así que nada, decir que me quedo con ganas de seguir leyendo a Susana, que estoy segura de que el resto de sus historias me podrían gustar.
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