Me ha encantado y me he pasado toda la lectura con una sonrisa tonta en la cara. de verdad, no puedo con lo monos que son Usune y Paul, con sus notitas, sus piques y todo lo que aprenden juntos. Me he enamorado totalmente de ellos, sobre todo de él, es el tipo de personaje que me pierde: tan bonachón como canalla. Su relación es todo lo que está bien en la vida. Que sean vascos y suceda en Bilbao solo le ha hecho sumar puntos (mi debilidad por Euskadi es muy grande). Todos los secundarios están a la altura –cosa que no me sorprende siendo una novela de Susanna– y el epílogo no puede ser mejor. No me extraña nada que se haya llevado un premio de tal calibre. Una historia de primeras veces, amor, amistad y familia muy tierna, juvenil y bonita con su parte emotiva que me ha robado el corazón. |