La última vez que vi llover

Ya sabéis que desde Aquel último verano le eché el ojillo a dos Cabana en particular: River y Marcos. Por eso estaba deseando leer la historia de River, puesto que fue uno de los personajes que más llamaron mi atención, y en realidad, es de los que más conocemos sobre su historia antes de empezarla. En los dos libros anteriores se nos muestran escenas y conversaciones donde se nos pone en contexto sobre la situación de River y su mujer, Catalina. La propia autora reconoció en la nota que lleva este libro que para ella fue muy complejo de escribir, porque ya en los libros anteriores había ido detallando un camino, con tantos sucesos, y le quedaba menos libertad y movilidad a la hora de desarrollar la historia. Lo fácil hubiera sido que a River le buscaran otra pareja, pero se ve que a Susanna Herrero le van los retos, cosa que agradezco, porque nos ha regalado el mejor de los tres libros de la saga Cabana que he leído (en mi opinión, claro está). Tenía una corazonada con River y Cata, sabía que me iban a enamorar, y es que su historia es interesante desde que conocemos a la pareja. Teníamos esa idea de los libros anteriores, donde se llevaban a matar, pero de todas formas seguían juntos, y el pequeño detalle del trabajo de River, que puso todo patas arriba y mi opinión sobre él se volvió más dura, porque juega muy sucio en algunas ocasiones. Por eso sabía que la novela iba a ser intensa y probablemente tocaría fibras sensibles.
Podríamos decir que esta es una historia de segundas oportunidades y de reconstrucción. Cata y River no se encuentran en un buen momento cuando comienza la lectura. de libros anteriores, la versión predominante es la de River y la del resto del clan Cabana, que ponen a Cata cada dos por tres a caer de un burro, y la verdad es que las escenas que protagoniza parecen secundar esta visión... al menos hasta que llega Dylan, el maravilloso Dylan, que se hace su amigo en un pis pas, se pone en el lugar de Cata, comparte con ella momentos inolvidables y les dice a los Cabana que ellos son cinco hermanos, que la tienen avasallada, que deberían empatizar un poco. Y es que, a ver, si hasta los padres de los Cabana quieren y aceptan a Cata, ¿no huele un poco raro aquí? Esto me ha gustado mucho, porque nos permite vivir de primera mano cómo se puede tener una idea equivocada sobre una persona, al haberte guiado simplemente por una única versión extendida sobre los miembros de una familia.
Lo que más me ha gustado ha sido la relación de los personajes, sin duda, porque ha sido diferente, ya que se basa en la reconstrucción de algo que se creía perdido, la transformación de los cimientos y la recuperación de confianza. Los protagonistas están muy dolidos el uno con el otro, guardan mucho rencor y rabia, que se combina con lo mucho que se importan, lo que se manifiestan en cómo intentan cuidar y proteger al otro, a pesar de todo. al fin y al cabo, las pullas y malas palabras de Cata solo reflejan lo herida que está por la actuación de River, y este está dolido porque no entiende el comportamiento de su mujer. Me ha parecido una pareja muy fuerte, que tiene mucha química y tras todas esas cosas malas que han salido a flote, también hay muchas buenas y sentimientos puros, solo que hace falta hacer un esfuerzo por sacarlos y también para poder perdonar y perdonarse a uno mismo. En este libro me ha pasado lo mismo que en los dos anteriores, y es que siempre termina gustándome más la pareja del Cabana protagonista. Cata es una mujer valiente, inteligente, con un humor peculiar, que ama con todo su corazón a los que quiere y a la vez se ha puesto una coraza gigantesca, llena de pinchos, para que nadie más puede acercarse a hacerle daño. Se siente sola, despreciada por toda la familia Cabana y cansada de sus desaires, ya que, en el fondo, lo único que quiere es poder sentirse parte de ese clan. Me gusta Cata, me gusta que a veces sea un borde de aúpa y me gusta que no se corte ni un pelo al decir lo que piensa o al meterse en líos por un bien mayor.
River, como he dicho, me gusta mucho también, pero creo que a veces se pasa un poco, digamos no actúa bien en muchas ocasiones. Me he reído con su afán de tenerlo todo extremadamente controlado, y siento decir que no es tan bueno en su profesión como parece, si no se habría dado cuenta de un por de cositas hace tiempo. Creo que River es una persona que se ha visto sobrepasado por las circunstancias, y que ha vivido en una mentira que él mismo se ha creado y cuando se da cuenta de que sus sentimientos son verdaderos pues no sabe cómo afrontarlo. A veces se ha merecido un buen sopapo, pero hay que quererlo.
Una cosa que destaco de este libro ha sido la dosis de acción que tiene, y es que el tema de agentes (no explico más para no spoilear) me ha dado mucha vida. Sé que es una parte un tanto surrealista, sobre todo viniendo de un libro donde uno de los protas es un cantante famoso, para ahora vernos envueltos en una trama de corrupción, pero ha sido muy divertido. Me he enganchado totalmente y cruzaba los dedos para que se desenmascarara al traidor, además, hay escenas que me pusieron muy tensa, como cuando Cata se cuela en determinada casa... En fin, que me ha parecido un elemento original que le ha aportado mucha dinámica al libro y ha quedado genial en combinación con la parte de romance.
No puedo irme sin mencionar las disparatadas conversaciones de todos los Cabana por WhatsApp, es que de verdad, siempre digo lo mismo, pero me río muchísimo con ellos. Que si Hugo contestando por Dylan, que si Dylan no sabe imitar a uno, que si grupos paralelos de hermanos y de las parejas de los Cabana para no sentirse excluidos... Son momentazos, eso es innegable.
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