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Tenía muchas ganas de conocer a los Cabana y todo el revuelo que hay entorno a ellos y, aunque me ha decepcionado un poquito, sin duda voy a seguir leyendo la serie de Susanna Herrero. El libro está prácticamente narrado por entero por Priscila, la pequeña de los hermanos, y a su vez la historia se divide entre el pasado y el presente de sus protagonistas. Los capítulos del pasado me han parecido bastante infantiles. Y lo peor, menos mágicos de lo que había imaginado. No puedo ponerme en modo romántico con un amor de verano si la más joven tiene 19 y se comporta como si tuviera 12. Me han servido para conocer a los personajes mejor y saber cómo eran antes, eso sí, pero indiscutiblemente he disfrutado más los capítulos del presente. Me hubiera gustado que hubiese más capítulos narrados desde el punto de vista de Alex; apenas contamos con cuatro en toda la novela. Creo que su visión aporta un toque muy interesante a la historia. Los hermanos Cabana juntos son risas y momentazos asegurados. ¡Por mí podrían pasarse todo el libro interactuando entre ellos! Os puedo asegurar que ya se han ganado un hueco en mi corazón. Me ha sorprendido la poca presencia de Hugo, teniendo en cuenta que es el siguiente, aunque también es cierto que la autora dijo que escribió este libro como autoconclusivo y no como parte de la serie en la que se ha convertido. Me ha gustado mucho la complicidad entre Adrián y Priscila, y sobre todo con Marcos. No sabía que tendría tanta presencia en el libro, pese a los famosos desayunos Marcalex que he leído por ahí y que he echado en falta. River es el que menos aparece, y por tanto el que menos me gusta de todos. Pero aun así no se puede decir que no me guste alguno de ellos porque son maravillosos. Como punto negativo tengo que decir que algunas tramas son muy apresuradas y están poco explicadas. Se dejan caer y no se profundiza en ellas. Teniendo en cuenta que ahora estos libros forman una serie y cada hermano contará su propia historia, no es un problema tan grande. Pero es que cuando se escribió iba a ser autoconclusivo y esas tramas se iban a quedar colgadas. El personaje de Priscila es una contracción. La autora pretende que parezca una princesita en apariencia y que por dentro sea una mujer dura y echada para adelante, pero es que realmente, por dentro no es así. A mí me ha parecido un poco niña con sus actitudes y pensamientos. Creo que la intención que tenía la autora a la hora de crear este personaje no la ha conseguido. Eso no quiere decir que no me haya gustado; simplemente no creo que represente el papel que se creó para ella. Alex me ha gustado más. El Alex del pasado también me ha parecido muy infantil. Él es mayor que Priscila y tenía comportamientos de preadolescente la mayoría del tiempo. En cambio, el del presente, aunque bastante cabrón, me ha gustado. Él sí creo que está bien definido. Guarda muchísimo rencor dentro, pero al mismo tiempo tiene delante a la chica de la que lleva enamorado desde los siete años, así que su comportamiento me ha parecido totalmente lógico. El conflicto, el título del libro, me ha decepcionado. Según iba leyendo imaginaba que sería algo parecido, y no me convence. Me parece un argumento bastante pobre para basar todo un libro en él. Creo que si se le hubiera dado una vuelta estaría mucho mejor. Acabo de comprarle el segundo libro a la propia Susanna, así que este verano volveré a Calpe para conocer la historia que más me llama de todas: La de Hugo. Hasta entonces espero que los Cabana hagan de las suyas para poder leer sus locuras más tarde. Enlace: http://unavidaentrepalabras... |
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