Cuando me decían que me iba a enamorar de los Cabana no me lo tomaba muy enserio, pero no hay mayor verdad que esa. Es una novela fresquita e ideal para la época estival. Se intercalan los capítulos entre el primer verano que se conocen con el último cuando Priscila vuelve al pueblo. Los protagonistas son Alex y Priscila. Ella un poco alocada y que siempre dice lo que primero se le pasa por la cabeza sin filtro; él, típico guaperas, reservado y a veces un tanto asqueroso. A Alex al principio supe que le iba a coger manía pero que luego me iba a robar el corazón. Y así fue. Los “secundarios” que bien se merecen un libro a parte, son especiales hacen que te saquen una carcajada cada dos por tres. Son una piña y eso hace que disfrutes de ellos. Sinceramente merece muchísimo esta lectura y más en esta época. La recomiendo muchísimo. Es la mejor lectura que llevo de año. |