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Aquel último verano es del color del primer amor. La historia de Pris y Álex comienza en la infancia, cuando ni siquiera ellos son aún conscientes de lo que está ocurriendo, y se quiebra en algún momento. Descubrir cuándo y qué ha ocurrido entre ellos para que se odien, es lo que mueve la lectura y ¡de qué manera! El libro me ha durado un suspiro. Dos hilos temporales entretejen la novela. El pasado nos va poniendo poco a poco en antecedentes y el presente nos plantea el conflicto que anhelamos resolver. Ambos hilos se complementan a la perfección, se van alternando sabiamente construyendo una historia que me ha parecido muy bonita. El romance engancha, ¡vaya sí lo hace!, pero si algo me ha conquistado de esta novela es el clan Cabana. Pris tiene cuatro hermanos y la relación fraternal que la autora crea es maravillosa. Me he sentido tan cómoda entre los Cabana que no hubiera dudado un segundo en quedar con ellos para irme de cañas. Me he reído, me he preocupado, le hubiera dado alguna colleja a algun@ y abrazos a todos. En definitiva, este es el primer libro de una serie que dedica cada entrega a uno de los hermanos, y ya me muero por conocer la historia de los demás. ¡Advertencia! Si entras en el clan Cabana, las posibilidades de quedarte atrapado son muy altas. |
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