Aquel último verano

Aquel último verano cuenta la historia de Priscila Cabana, una chica de veintiséis años que trabaja en un periódico en Boston, lugar en el que reside después de que sucediera algo en su pasado que la hiciese huir.

La historia comienza con Pris volviendo a su pueblo natal, Calpe, Alicante, para la boda de su hermano Marcos. al regresar, no lo hace sola, sino que le acompaña su compañero de piso, y mejor amigo, Jaime.

Por cosas del destino, cuando Pris le está enseñando la playa a Jaime, se reencuentra con Alex, su ex vecino, su primer gran amor y la razón por la que huyó cuatro años atrás a Boston sin decírselo a nadie.

Lo que más me ha gustado ha sido conocer toda la historia de Alex y Priscila. Lo bonito es que la conocemos desde el minuto que se muda Alex a la casa de enfrente y, gracias a los flashbacks, vamos viendo cómo se fueron enamorando poco a poco. Además, conocer a los hermanos Cabana ha sido muy divertido. Me alegra muchísimo saber que podré conocerlos más en los siguientes libros.

Los capítulos son muy adictivos. Independientemente de qué tan largos sean, enganchan tanto que no quieres dejar de leer, haciendo que te estés muriendo de sueño, pero que tengas ganas de seguir leyendo.

El final me ha encantado. Es perfecto para esta historia, pero también es impredecible. Estaba leyendo casi el final del libro, cuando ya se descubre por qué Priscila abandonó Calpe, y no tenía ni idea de qué iba a pasar.

En resumen, Aquel último verano es una novela veraniega, fresca y adictiva. Que engancha desde la página uno. Repleta de amor. Con capítulos muy ágiles. Con un final que sorprende y un epílogo que deja con ganas de mucho más.