Reconozco que no quise informarme demasiado acerca de lo que escondían las páginas de esta belleza de libro que nos brinda Ernesto Hernández y, tras adentrarme en su historia, considero que fue la mejor decisión que pude tomar. “La hermandad del Templo Debod”, primera novela de “El secreto del mercurio rojo” consigue sorprender desde el mismo inicio ofreciéndonos tantos elementos dispares a la vez que, sin embargo, en su conjunto, toman todo el sentido con esa suerte de genialidad de quien tiene muy claro el rumbo de su obra y nos conduce por sus líneas como los propios iniciados en el Ars Magna tan presente en el argumento. Se nos ofrece una historia de ciencia ficción con una base muy real, algo que lleva a esa sensación de verosimilitud que tanto atrapa al lector. Si bien la propia trama de los personajes resulta interesante y nos lleva a querer saber más de ellos, el verdadero núcleo del argumento lo forma esa original reinterpretación de la Historia con la Alquimia como epicentro. Poco se puede avanzar de la trama sin ofrecer detalles que debe descubrir el lector en su peculiar viaje acompañando a los protagonistas. Sin embargo, podemos adelantar que se trata de una historia contada en tres tiempos: pasado, presente y futuro. Un alto ejecutivo de un futuro no tan lejano midiéndose con una raza alienígena que parece conocer muy bien. Un hombre que, en el presente, es secuestrado sin conocer la razón pero que pronto descubrirá un motivo que hunde sus raíces de una manera mucho más profunda de lo que pudiera imaginar. Un arqueólogo español que en los años finales del franquismo se encuentra con la difícil tarea de rearmar el templo de Debod, recién llegado a Madrid desde Egipto. Y, transversalmente, conoceremos a Gabriel Temple, un “guardián” o “viajero en el tiempo” a partir de cuyos recuerdos, nos serán desvelados algunos de los secretos de la Alquimia. Aunque esos cambios de época y narración pueden llegar a despistar al lector (hay que tener en cuenta la peculiar manera de entender conceptos de pasado, presente y futuro cuando se puede viajar en el tiempo), el autor consigue que los acontecimientos encajen de una manera tan soberbia que al final del libro tendremos la grata sensación de haber entendido el círculo completo. Precisamente también se trata de un viaje a través de la Historia, reescrita de una manera completamente diferente y con una reinterpretación de algunos de los grandes personajes que forman los pilares máximos de la misma al albur del Ars Magna también conocida como conocimiento alquímico. Por supuesto nada tendrá que ver con la Alquimia tal y como la conocemos, el escritor nos presenta un relato muy diferente en el cual el mercurio rojo, sustancia de composición incierta, tiene un lugar destacado. Cabe destacar la gran labor de documentación de que hace gala la novela y el esfuerzo de engranar esas dosis de ficción con realidades que, aún a día de hoy, se nos presentan con un halo de misterio. En cierto modo, es muy fácil adoptar el propio papel de Carlos Navarro descubriendo esa nueva Historia que se abre ante sus ojos y convertirnos en verdaderos iniciados gracias a este conocimiento. No puedo dejar pasar la edición exquisita de la obra, con algunos secretos cifrados que parecen intercalarse entre sus páginas y que pueden ofrecernos muchas sorpresas en una relectura de la obra. Es evidente que Ernesto Hernández aún tiene mucho que ofrecernos a partir de este excelente punto de partida que incluso hace dudar sobre algunas de las convicciones más férreamente asentadas a través de su envolvente narrativa. + Leer más |