La organización se llamaba Esperanza Ilimitada. No era un nombre muy acertado: la esperanza no es ilimitada. Es como una planta o un niño. Si no la alimentas, se muere.
|
La organización se llamaba Esperanza Ilimitada. No era un nombre muy acertado: la esperanza no es ilimitada. Es como una planta o un niño. Si no la alimentas, se muere.
|
Gregorio Samsa es un ...