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Cuando Louise recibe la triste noticia de la muerte de sus padres se le viene el mundo encima, no solo por el hecho en si, ahora tendrá que volver a Charleston, al domicilio familiar, del que tanto ha intentado alejarse. Allí la espera su hermano Mark con el que nunca ha tenido buena relación y se llevan a matar, y por otro lado tendrá que lidiar con la obsesión de su madre por los muñecos y los títeres que tan malos recuerdos le traen. A su llegada, Louise descubrirá que no es nada fácil ponerse de acuerdo con su hermano, necesitará la ayuda de toda la familia, y aun así viviremos todo el resentimiento y el dolor que los une. Cuando se comienzan a intentar vender la casa, todo el pasado revivirá, se darán cuenta que aquello que vivía en esa casa sigue allí y que no pueden deshacerse de ello tan fácil. · Debo decir que necesitaba una historia con enganche desde el principio hasta el final y esta lo ha cumplido a la perfección. El misterio de la casa me ha mantenido intrigada hasta el final y el último giro ha sido perfecto. Me ha resultado muy original todo el tema que se esconde y que iremos descubriendo poco a poco. La historia nos llevará por saltos temporales hacia su infancia donde conoceremos más las pasiones de los padres de Louise y todo lo que Mark y Louise tuvieron que vivir allí. Destacaría la gran lección familiar de estos hermanos que descubren que para terminar con todo tienen que luchar juntos y mantenerse unidos. En mi caso no lo he considerado de terror pero el punto de misterio y angustia me ha encantado y mantenido en tensión. |