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En esta novela acompañamos al joven voluntario estadounidense de las Brigadas Internacionales Robert Jordan durante la misión de explotar un puente. Esta misión dura poco tiempo, pero en este breve tiempo entendemos la crudeza de la guerra sin llegar a detalles escabrosos, pero sí lo suficientes como para saber que la guerra es odio, destrucción, crueldad y muerte. Sin embargo, también hay cabida para el amor y la amistad. A pesar de la complejidad de la guerra, Hemingway facilita su conexión a través de diálogos sencillos (que no simples), de gente común, profundos y conmovedores. Y no nos olvidemos que en la guerra, sea cual sea, las campanas doblan por todos, porque solo deja tras de sí muerte. |
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