Yossarian durmió aquí

En primer lugar, no conocía a esta autora, redactora, novelista, que es la que ha realizado este interesante, también directo e incisivo retrato familiar, ya que su padre, Joseph Heller, es el autor de un libro de gran éxito en su momento, Catch-22, traducida al español como Trampa-22 , publicada en el año 1961, que tiene como protagonista al personaje llamado John Yossarian. Y de aquí el título.

El desarraigo mancha a los personajes y los dirige, quizás inevitablemente, hacia un Un "cul de sac" desde el que se repasa su vida.

No he leído la obra Trampa-22 , aunque la tengo preparada, porque no sé si es el momento, parece que es una obra bastante crítica sobre la Segunda Guerra Mundial y que tuvo excelente acogida. Mi intención es leerla, pero al igual que la escritora de esta memorias, su hija, se va posponiendo.

Ciñéndome a este libro, me ha dejado muy claro que se trata de su propia historia familiar, está plagada de acontecimientos importantes, amistades, grandes escritores y personajes del momento en un Nueva York cosmopolita y lleno de grandes festejos.

Erica Heller, empieza por el principio, desde que ella era bastante pequeña hasta que, ya desaparecidos sus padres, ella reconoce que no leyó el libro más famoso, Trampa 22, de su padre, publicado cuando ella tenía tan solo nueve años. Lo confiesa en el capítulo final cuando, dice, disponerse a leerlo.

Y efectivamente, a lo largo de estas memorias y de todo lo que nos cuenta, vamos conociendo de forma muy particular pero de una manera contundente aunque a la vez con ternura, la vida, los amores, los desencuentros, las fiestas, la fama y la forma de vivir de su familia y sus amistades.

Vivimos la locura que imperaba en la época llena de fiestas, salidas y desenfrenos. También los momentos de recato, de ambiente familiar, de la escritura, de las intimidades , los veraneos y los viajes familiares y todo ello tratado de forma amena y con una buena prosa que invita a seguir leyendo.

La portada refleja a la perfección el núcleo de la forma tradicional de la que se nos venía hablando y que todavía hoy persiste. Una familia perfectamente tradicional, en pura armonía de su tiempo, el padre, la madre, una hija y un hijo, una célula fundamental de la estructura social que representa la fotografía.

Distinta cosa es, que los avatares de la realidad se impongan y esta unidad de vida y existencia se rompa llegando a su desestructuración y ruptura, como queda reflejado a través de la lectura de esta obra bajo la mirada de Erica Heller.

He leído el libro y he leído otros, y lo he visto en multitud de películas, el momento concreto del que nos habla la obra aparece como si el mundo fuera a terminar de la noche a la mañana, y sintiéramos como obligación y necesidad exprimirlo hasta sus últimas consecuencias, hasta llegar a agotarlo.

En principio podría parecer que se trata de una contradicción, pues el mundo no acaba, sino que tras la fatalidad de la segunda guerra mundial quiere nacer de nuevo.

Quizás una de las obras más representativas que refleja las características de lo que iría aconteciendo, a pesar de que es bastante anterior al momento que tratamos, y que sin embargo es posible hacer su traslado a esta época, sea El gran Gatsby de F. Scott, Fitzgerald y también la película más conocida realizada en el año 2013 como premonición y adelanto, que mejor refleja el nuevo modo de vida.

Las catástrofes más profundas se presentan para el ser humano que somos, como el momento ideal para dar vida a cuantos deseos se tuvieron que reprimir, mientras que parecería que lo obligado requeriría de nosotros , de ese momento y de cualquier otro de características semejantes, del tino y la reflexión.

Hay momentos en que la huida parece inevitable, humano, demasiado humano.

De ninguna manera vamos a consentirnos obviar que todas estas situaciones extraordinarias que se dieron durante algunos años de preguerra, guerra y postguerra fueron precisamente lo que proporcionó un precioso material escrito, filmado y difundido que supuso el conocimiento directo de todo lo fundamental que proporcionaron los grandes, escritores, directores, divulgadores y que en la actualidad estamos disfrutando de todos ellos.

La lectura ha sido fructífera, pues de golpe he conocido a dos buenos escritores, muy íntimamente relacionados, un padre y su hija. Celebro este hecho.